La IA no es solo otra herramienta más: es tu nueva forma de liderar

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Mario Bertoni

Fundador & CEO

ago 13, 2025
ago 13, 2025

Hace unos días estuve en una reunión donde un CEO me dijo: "Mario, ya implementamos IA en la empresa, pero no veo el ROI que esperaba". Le pregunté cómo la estaban usando y me respondió: "Compramos licencias para todo el equipo de ChatGPT Plus".

Ahí me di cuenta del problema real.

El verdadero reto no es la tecnología

Muchos de nosotros, como líderes, seguimos pensando en la IA como si fuera una herramienta más que compramos e implementamos. Pero la realidad es diferente: nuestros equipos la están usando como curiosidad, no como estrategia.

He visto esto una y otra vez. Compramos las mejores herramientas, damos acceso a todos, y después nos preguntamos por qué no vemos resultados. El problema no es la IA. El problema es que nos enfocamos en la herramienta antes que en el problema que queremos resolver.

Como líderes, nuestro reto no es aprender a programar IA. Nuestro reto es identificar dónde puede aportar valor real a nuestras actividades del día a día.

Mi propuesta: empieza contigo

Después de años ayudando a empresas a implementar soluciones tecnológicas, he aprendido algo fundamental: la transformación digital exitosa siempre empieza desde arriba, pero no como mandato, sino como ejemplo.

Por eso quiero proponerte un cambio de enfoque:

Primero úsala para ti, en tu día a día. Entiéndela.

Dedica tiempo a experimentar. Usa IA para preparar tus presentaciones, analizar datos, optimizar tu agenda, mejorar tus emails. Encuentra esos momentos donde realmente te ahorra tiempo o te da insights que no habías considerado.

Luego llévala a tu equipo con una dirección clara.

Cuando ya sepas exactamente cómo y por qué funciona para ti, entonces tendrás la credibilidad y claridad para guiar a tu equipo. Podrás decir: "Mira, esto te puede ayudar a reducir 2 horas de trabajo en análisis de reportes semanales" o "Con esta herramienta puedes mejorar la calidad de nuestras propuestas comerciales en un 30%".

Tu equipo verá el impacto real y sabrá para qué sirve. Si empezamos por ahí, todo lo demás fluye.

La diferencia entre usar y liderar con IA

Al final del día, la diferencia entre una empresa que usa IA y una que la aprovecha estratégicamente no está en las herramientas que compra, sino en cómo sus líderes la integran primero en su propio trabajo.

Cuando entiendas realmente su potencial porque lo vives día a día, entonces podrás guiar a tu equipo no solo en el "qué", sino en el "cómo" y el "por qué".

¿Estás liderando con IA o solo dándole acceso a tu equipo?

La diferencia es abismal.

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Preguntas frecuentes

¿En qué momento un líder debe considerar adoptar la inteligencia artificial como parte de su estrategia?
Cuando el equipo ya utiliza herramientas de IA sin propósito claro y los resultados no se traducen en impacto real. Es el momento de pasar de “usar IA” a “liderar con IA”: definir dónde aporta valor, medir resultados y demostrar cómo cambia el trabajo del líder y del equipo.
¿Cómo puede un líder pasar de implementar IA de forma aislada a integrarla de manera estratégica en su organización?
Se inicia aplicando IA en actividades propias del liderazgo (como análisis, agenda o comunicación) para comprender su valor real. Luego se traduce esa experiencia en un plan para el equipo: comunicar el objetivo, mostrar resultados tempranos y crear un camino claro para que la IA actúe como palanca de decisiones y no solo como herramienta.
¿Qué distingue a una empresa que “utiliza IA” de una que realmente “lidera con IA”?
La diferencia está en la integración. En la que lidera con IA, los líderes la viven en primera persona, la usan estratégicamente y luego instruyen al equipo sobre su uso alineado al negocio , no solo le dan acceso a la herramienta. El valor está en el “cómo” y el “por qué”, no solo en el “qué”.
¿Qué debe hacer un líder para generar credibilidad en su equipo al adoptar IA?
Primero, vivir el cambio: emplear IA en su trabajo actual y comprobar los resultados. Luego, comunicar los beneficios de forma transparente y tangible: mostrar horas ahorradas, mejora de entregables o decisiones más ágiles. Con datos y ejemplo, se construye la confianza necesaria para que el equipo acepte el cambio y se sume al proceso.
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